Esta semana estoy de viaje de control en China. Y siempre que vengo por aquí me gusta escribir sobre mis experiencias en China y sobre los cambios que voy observando en el país de una visita a otra.
Desde hace un par de años que ya no me quedo en Shanghai y cada vez estoy menos tiempo en el país. A finales del 2008 mi mujer y yo regresamos a España después de haber vivido durante 3 años en China y decidí alquilar un pequeño apartamento con una habitación y un baño para las veces que tuviese que venir a supervisar a la gente de mi oficina y visitar a los proveedores. Dicho apartamento lo tuve en alquiler únicamente un año. Al año siguiente empece a venir solamente 2 veces al año (Marzo y Septiembre) y ya no me compensaba tener que pagar el alquiler anual de un apartamento.
Al principio venia a China y estaba varios días en Shanghai, quedaba con amigos y me gustaba ir a los restaurantes y a los mercados donde solía ir con mi mujer, incluso en algún viaje a China, se vino mi mujer conmigo. Pero en estos momentos ya no estoy ningún día en Shanghai, solamente vengo a cumplir los objetivos que me he marcado previamente y regreso a España lo antes posible. Será porque me he hecho mayor o porque simplemente quiero optimizar mi estancia en China y regresar cuanto antes a España para estar con mis dos hijas.
El caso es que cuando aterrizo en el aeropuerto de Pudong mi secretaria me está esperando y nos vamos con coche hasta Hangzhou para el día siguiente empezar a visitar a nuestros proveedores habituales. Todo muy definido de antemano y todo muy organizado. Por lo general los proveedores quieren que comas con ellos. Mi secretaria y yo ya tenemos decidido con que proveedor vamos a comer y con quien no. En los primeros viajes aceptaba todas las invitaciones a comer y a cenar y solo podia visitar a dos proveedores cada día. En este momento vamos al grano. Cerrar pedidos, confirmar todos los detalles y al siguiente proveedor. Si tenemos que visitar a nuevos proveedores vamos a saco, sin ceremonias. Pasamos directos al showroom y después a visitar toda la empresa, prestando especial atención en la sección de preparación de pedidos que es donde realmente compruebas si es una buena o mala empresa. Aunque parezca raro muchas veces no preguntamos ni los precios, nos da igual, lo que queremos saber es lo que realmente fabrican y si pueden llegar a ser unos buenos proveedores nuestros. Que no nos den problemas. Eso se puede ver rápidamente visitando la sección de empaquetado. Después con pedidos sobre la mesa ya será el momento de que mi secretaria les negocie los precios y las condiciones. Que sentido tiene preguntar precios a una empresa donde todo esta sucio y mal organizado… Si lo que buscas es no tener problemas debes huir de empresas que no tengan una sección de preparación de pedidos totalmente organizada. Viendo la mercancía que se le va a enviar a otros clientes te puedes hacer una idea rápida de como vas a recibir tú la mercancía. Si los pedidos están paletizados y ordenados por clientes, con cajas fuertes que no se doblan cuando se apilan unas sobre otras, la sección limpia y con los trabajadores bien organizados sabes que las posibilidades de éxito son muy altas. Sin embargo si visitas otra empresa donde la sección esta oscura, sin iluminación, con cajas amontonadas y aplastadas unas sobre otras y con los trabajadores paseando de un lado a otro sin orden, ten claro que aunque tengan el mejor precio de todos, los problemas que vas a tener a posteriori no compensarán la diferencia en precio.
En este viaje tenia un objetivo claro por encima del resto. Mi mejor cliente necesita una mejora en la presentación de su producto. En concreto que las piezas lleguen a su almacén sin ningún tipo de arrugas. En principio parece una tarea bastante sencilla puesto que quitar las arrugas al tejido es relativamente sencillo, lo que ocurre es que a este cliente le vendo tejido con un bajo que ha sido doblado y confeccionado, lo cual impide que podamos volver a pasar el tejido por la maquina de acabados para quitarle las arrugas. El proceso normal de producción de piezas de tejido es una vez se ha pasado el tejido por la maquina que fija el ancho con calor, se enrolla el tejido en la pieza y queda completamente sin arrugas. Las piezas de mi cliente necesitan un paso mas que consiste en confeccionar el bajo de la pieza y esto provoca arrugas que posteriormente no se pueden quitar porque la pieza ya tiene un bajo confeccionado y no se puede volver a pasar por la maquina de acabados.
El objetivo de este viaje era encontrar o diseñar una maquina que mediante calor y sin estropear el bajo que se ha confeccionado, consiga que las piezas se planchen y se rollen sin ninguna arruga. Pero el principal problema que me encuentro siempre que queremos mejorar algo del sistema de producción es la reticencia del proveedor a cambiar algo en su producción. Por norma general a mis proveedores les funciona bien o muy bien el negocio y si algo funciona bien porque deberías cambiarlo?
La primera respuesta siempre es NO. – Eso nunca lo hemos hecho, nadie lo hace y no es posible conseguirlo -. Esa es siempre su primera respuesta. Si vas con la idea de que te van a decir que no, ya llevas los argumentos preparados para hacerles cambiar de opinión. Recuerdo que cuando este proveedor empezó a trabajar con nosotros por el año 2008, no tenia ni tan siquiera maquina de rollar, fuimos nosotros los primeros que le dijimos que queríamos las piezas en rollos y no en balas. El proveedor tuvo que comprar una maquina de rollar especialmente para nosotros. Al año siguiente ya le pedían todos sus clientes las piezas en rollos y tuvo que comprar otra maquina mucho mejor. Lo que le estamos pidiendo ahora es algo que el resto de clientes le van a pedir cuando se enteren, entonces porque no mejorar la calidad de sus productos y diferenciarse del resto de la competencia?
El problema es que la maquina que buscamos no existe, por lo tanto, debemos diseñarla. Tenemos claro que debe ser un añadido que se acople a la maquina de rollar actual, con unos cilindros que desprendan calor cuando el tejido pase sobre ellos. A partir de aquí debemos ponernos en contacto con fabricantes de maquinaria para que nos diseñen a medida lo que necesitamos. El paso mas difícil ya lo hemos superado y es que el jefe de la empresa nos apoye y nos ayude con el proceso, de no haber sido así deberíamos haber realizado todo el proceso sin su ayuda y montar la maquina en su empresa por nuestra cuenta. Si, lo se. Suena raro! pero ese era el plan B, Afortunadamente vamos a trabajar con el plan A y el proveedor nos ayudará en todo lo que necesitemos. Esto acelerará todo el proceso y esperemos tener lista nuestra nueva maquina de rollado en menos de un mes.
Los objetivos de cada viaje siempre son diferentes. Por lo general siempre tratamos de buscar nuevos proveedores que fabriquen productos diferentes, pero en este caso el objetivo era conseguir que nuestro mejor proveedor siguiera siendo nuestro mejor proveedor sin tener que complicarnos la vida cambiando de proveedor. Cambiar de proveedor siempre es un riesgo y mucho mas cuando es el proveedor de nuestro mejor cliente.
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